Raco era antiguamente un lugar donde estaban asentados los Monjes Jesuitas. Luego de un remate se dividió en varias estancias.
Con el paso del tiempo, esas estancias se fueron fraccionando y las fracciones fueron adquiridas por gente que construyó sus casas para vacacionar. Con la mejora de la infraestructura del lugar, pasaron a ser casas de fin de semana y en la actualidad se convirtió en una zona residencial.